Con la finalidad de promover la cultura eco-friendly el diseñador neoyorkino Harc Lee se encargó de crear este prototipo de lata de Coca-Cola al desnudo. A diferencia de la típica lata en la que vemos el clásico rojo, aquí los elementos se muestran en relieve sobre el metal. Excluyendo el proceso de pintura, se reduce considerablemente el nivel de contaminación al aire y al agua que involucra dicha fase. A su vez contribuye a que la lata desechada pueda reciclarse con mayor facilidad, ya que no necesita despintarse, lo que a su vez implica un ahorro de energía.
Tengamos en cuenta que solo en los EEUU la firma Coca-Cola produce aproximadamente 75,3 mil millones de latas de refresco al año, y esto es tomando sólo como referente la línea clásica y la sin azúcar, no las otras. Aun no se sabe si este monstruo rojo y blanco se volverá verde y pondrá su inconmensurable granito de arena apoyando esta propuesta.
De seguro será una ardua batalla para lograr que los productores renuncien a los colores llamativos en las etiquetas y adopten una presentación más homogénea y ecológica, todos sabemos que cuando hay dinero en juego ninguna acción por más benéfica que sea, es fácil o factible de concretar.
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